viernes, mayo 14, 2010

La voz del maestro - Recensión




En esta ocasión he querido compartir una breve recensión sobre el siguiente texto:


Datos del libro
Título: La Voz del Maestro
Autor: Khalil Gibrán
Edición electrónica en formato PDF
(http://www.e-libro.net/E-libro-viejo/gratis/vozmaestro.pdf)


1. Datos biográficos del autor
Khalil Gibrán nació el 6 de enero de 1883 en la localidad de Besharre (Líbano), era hijo de un humilde dependiente de una botica y de la hija de un sacerdote maronita. Como estudiante, Khalil se interesó desde niño por el mundo de las artes, las lenguas y la religión. De naturaleza solitaria, no era raro que se quedase maravillado contemplando las bellezas naturales que le rodeaban. En 1894 su familia se traslada a Boston (Estados Unidos), en donde comienza a leer ávidamente, siendo influenciado por autores como Friedrich Nietzsche o Walt Whitman. En 1917 fija su residencia en Nueva York, ciudad en la que fallecerá a la edad de 48 años el 10 de abril de 1931. La literatura de Khalil Gibran se define por su búsqueda mística de las materias más clásicas del comportamiento y sentir existencial.

2. ¿Por qué elegí este libro?


Lo elegí porque me gusta la espiritualidad oriental en la que se basa. Pienso que es una espiritualidad muy profunda que se centra en el corazón humano, antes que en la mente, como sucede con la occidental. Sin embargo, las dos espiritualidades no se excluyen, sino que se complementan. Eso es lo que hace el autor. Por supuesto, ello comporta el riesgo de un sincretismo acrítico, pero también el beneficio de una visión multilateral de la realidad. Creo que se pueden extraer de él muchos elementos valiosos para la pedagogía.

3. ¿Qué aprendí?

La presente obra es un conjunto de proverbios que mezcla la espiritualidad cristiana con la espiritualidad oriental. Tiene su asiento en la sabiduría popular y la filosofía existencialista, pero está fuertemente inspirada también en la religión y el acervo cultural de la humanidad. Por supuesto, no es un tratado sistemático de pedagogía ni nada parecido, pero la lectura atenta de sus páginas permite entresacar elementos valiosos que configuran la visión del autor sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje, así como sobre las estrategias para dinamizarlo. Veamos:

3.1 Aprendizaje
Aprender tiene un costo. El que quiera buscar la verdad y anunciarla a la humanidad tiene que sufrir (esfuerzo). Sin embargo, la adversidad puede ser manejada como oportunidad de mejoramiento en una actitud proactiva. A veces, incluso, el deseo de saber se constituye en motivo de persecución; pero ni la persecución ni el destierro pueden empañar la visión que palpita dentro de uno. El temor y la inconsciencia siempre serán enemigos del aprendizaje. Si bien, lo desconocido nos desconcierta, no debemos olvidar que un alma inquieta es el primer paso para aprender. Tenemos que saber que la sabiduría habita dentro de nosotros mismos y que la soledad también es fuente de conocimiento. Buscar momentos de soledad es saludable para apropiar el conocimiento del mundo. Sin embargo, ese conocimiento no debe ser motivo de soberbia, porque frenaría los nuevos aprendizajes. A veces disentir construye más conocimiento que asentir ciegamente. Por eso hay dos tipos de personas: los que creen que lo saben todo y los que quieren aprender. “Cristo curó a los ciegos, a los lisiados, a los paralíticos y a los leprosos. Pero a los idiotas no pudo curarlos.”

3.2 Enseñanza

A veces, la misión de enseñar trae problemas al maestro, pero el verdadero maestro no se intimida por eso, pues sabe que su voz resonará siempre en los oídos de los discípulos. Su sabiduría enriquece sus mentes, porque llega al corazón antes que a la mente: los sentimientos suelen enseñar más que las ideas. “La gran verdad que trasciende a la naturaleza no se comunica de un ser a otro por medio del habla humana. La verdad prefiere el silencio para llevar su significado alas almas amantes.” El autor deja bien sentado que un norte claro facilita la enseñanza y el aprendizaje; cuando se conoce el destino se encuentra el camino.

3.3 Estrategias

El autor insinúa varias herramientas para mediar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Comienza diciendo en forma velada que creer empuja al alma a conocer, pero dudar también. Un serio proceso de reflexión permite descubrir el conocimiento oculto en la realidad, toda vez que la creación es un aula infinita de aprendizaje, así como la historia, que es un libro abierto para aprender. Nos recuerda que el conocimiento siempre debe ir acompañado del juicio crítico; por eso nos invita a estudiar los problemas desde todos los ángulos para tener la seguridad de descubrir dónde se ha deslizado el error. También nos dice que “La música es el lenguaje del espíritu. Esa música nos hace preguntarnos cuáles el significado de los misterios.” Saber escuchar es principio básico para aprender. Los seres humanos aprendemos a partir de lo sensible.

4. Metodología del autor

El autor utiliza el método de la contrastación para dar lecciones de vida práctica. Lo hace a manera de preguntas para llevar al lector a interrogarse a sí mismo, a entrar dentro de sí y examinar su conciencia. También utiliza el método de la antítesis: en la primera pasada observa algo positivo, pero luego encuentra algo negativo, o viceversa, y así construye sus conclusiones. Finalmente, utiliza el método dialógico: la conversación entre el maestro y el discípulo suscita en el lector sentimientos de duda, admiración, asentimiento, rechazo, etc.

5. ¿Qué preguntas me suscita el texto?


Es una lectura agradable y descansada que le habla directamente al corazón y a la imaginación. Eso hace que suscite muchos interrogantes vivenciales y prácticos. Pero, llevándolos al terreno de lo propiamente pedagógico, yo los resumiría en las dos preguntas siguientes:

5.1 ¿Hasta qué punto un maestro puede llegar a condicionar y restringir el aprendizaje de sus estudiantes? Lo digo porque en los textos espirituales de este estilo siempre el maestro es visto con tal reverencia por el discípulo, que éste sólo aspira a imitarlo, generalmente sin mucho optimismo, pero raramente intenta superarlo, precisamente por la reverencia y admiración que le guarda.


5.2 ¿No debería llamarse el libro más bien “La Voz del Discípulo”? Resulta que el maestro muere en el segundo capítulo, al inicio de la obra; por tanto, es el discípulo el que se encarga de reproducir su pensamiento al resto de la comunidad. Pero toda “reproducción” suele ser infiel al original y estar sesgada por la carga emocional e intelectual del intérprete. Ésa es la mejor manera de construir verdaderamente el conocimiento.